Fallecido en el año 1935 el General Juan Vicente Gomez, se inicia la ocupación de “El Limón”; región o comarca con agradable clima; terreno casi plano con leve pendiente, encajado bajo de la serranía de la Cordillera de la Costa.
al fondo Centro Comercial El Limón
Foto: Ernesto Curita Salgado
A partir de 1960 y años siguientes, se concretan desarrollos habitacionales de interés social hacia las tierras agrícolas en: “La Candelaria ”, “José Felix Ribas” y la urbanización “Caña de Azúcar”. Quedando muy cerca del río, las viviendas levantadas en tierras bajas de “La Candelaria ”, y los Sectores 01, 02, 04, 06 y 08 de “Caña de Azúcar”. Igualmente – con los años - son destinados para nuevos contingentes humanos: “La Candelaria II ” y “Lomas de La Candelaria ”, justo al borde del río “Limón”. Y actualmente, en terrenos propiedad de CAVIM, encajados sobre la llanura aluvional de río “Limón”, se está construyendo un elevado numero de soluciones habitacionales.
Antiguo Puente "La Candelaria" sobre Río "Limón" (1986)
Candelaria II (izq) - Sector 01 Caña de Azúcar(der)
Foto: Ernesto Curita Salgado
Suponemos que los especialistas en materia urbana, planificadores de este plan masivo de edificaciones residenciales, conocen y han estudiado el comportamiento del río, la interación de los suelos y el agua de la cuenca fluvial, alta, baja y lacustre; porque con ello permitirían disminuir los efectos de una problemática ocacionadoa por la deforestación progresiva, erosión hidrica, carcavas, inclinación de la montaña y permeabilidad del suelo, minimizando los riesgos y peligros por los que hemos pasado, con las crecidas del río “Limón” registradas en los años 1966, 1978 y el día 6 de septiembre de1987.
Iglesia de la Santa Cruz - Avenida Principal El Limón
Crecida Río "El Manguíto" (1974)
Foto: Ernesto Curita Salgado
Esta ultima, nos hace releer en nuestra memoria, el terrible día cuando la naturaleza con su enorme poderío, desgarró de certero zarpazo el corazón del poblado de “El Limón”, resultando inutiles los esfuerzos para detener la avalancha de ese infausto 6 de septiembre, donde la garganta de la serranía se desagua arrastrando enormes rocas, árboles y lodo, desde su alta cúspide.
Sector "Guacamaya" o "La Nevera" - Rancho Grande
6 de septiembre 1987
Mezcla fusionada que en su indetenible bajada, descontó vidas, sueños e ilusiones; fue un capítulo perenne y doloroso; donde jugando al azar y probando la suerte, apostamos a un destino donde nada ganamos para perderlo todo.
Miles de troncos de árboles, toneladas de roca y lodo
Calle El Río (Desaparecida) cruce con la vía principal de El Progreso
Foto: Archivos Oficina del Cronista
Delfina Arias, Norma, Karina, Katiuska y Yesica Marín; Carmen Serafina Castro, Mara Lovera; los Dugarte, Rodriguez, Delgado e incontables familias mariobricences, residentes de El Progreso, Mata Seca, Los Baños, Candelaria y Caña de Azúcar; como también, los vacacionistas: Angelito Torrealba, Carolina Otamendi y su pequeño hijo; y el anciano Nepomuceno Vargas, esposa, hijos y nietos, entre muchos turistas que fueron arrastrados desde la carretera en “Rancho Grande”... jamás imaginaron ser abrazados para siempre por la naturaleza.
Imágenes de cadáveres y restos humanos
Foto: Archivos Oficina del Cronista
A ellos brindamos el recuerdo doloroso, expresando así mismo, eterno agradecimiento a los heroes de tierra, mar y cielo; al consecuente pueblo de Venezuela y todos aquellos que nos auxiliaron en tan terribles momentos.
Héroes y Heroínas... gracias por tan enorme muestra de solidaridad humana
Foto: Archivos Oficina del Cronista
Esta año, se cuentan 23 años del extraordinario evento. De tal manera, nos corresponde madurar acerca de la ocupación de espacios vulnerables, donde hemos olvidado el comportamiento indómito del ecosistema… que muy claramente nos advirtió, pidiendo jamás olvidar… “El día que la montaña habló”.